UN FESTIVAL QUE SEA UN MANIFIESTO

El panorama sobre todo si uno lo ve desde un puente es prometedor.
Chantal Peñalosa/Roberto Bolaño
Hay pocos temas que creo conocer bien y los festivales de escena contemporánea son uno de ellos. He trabajado en muchos y coproducido proyectos con varios y visitado otros y seguido a la distancia muchos más a lo largo de los últimos 10 años. Es desde esa experiencia desde donde articulo lo que viene a continuación, con este texto pretendo aportar elementos a la necesaria conversación sobre qué festival de artes escénicas queremos en la Ciudad de México.
Érase una vez
Esta historia comienza, supongo, con una iniciativa de la secretaria de cultura de la Ciudad de México por hacer un festival de artes escénicas internacional. La iniciativa me parece inmejorable, mientras que la realización es perfectible.
Frentes
Son muchos los frentes en los que repercute un festival de artes escénicas: en la experiencia artística que tiene el público, en la práctica de los artistas nacionales y extranjeros que participan en él, en los profesionales que asisten (programadores, críticos etc.), en las estudiantes de teatro que tienen oportunidad de ver otras maneras de hacer teatro, en los técnicos locales que se enfrentan a otras formas de trabajar, a la construcción de otro flanco desde el que se crea la idea de lo que es la ciudad, etc.
Penínsulas
Los festivales de artes escénicas existen en una negociación entre una parte del festival que mira al «público no especializado» y la otra, que mira a «los profesionales». Todos los festivales, inevitablemente, construyen un diálogo con el público «de a pie» y otro con el mundo del arte. Un festival no tiene que escoger entre uno u otro, pero el carácter del festival depende de cómo se posicione frente a unos y otros: su temperamento será el resultado de las decisiones que se tomen en estos dos frentes.
Braille
Un festival necesita ser legible, tanto para espectadores como para profesionales, necesita articular una postura de programación, que es a fin de cuentas una visión sobre el arte. Es en la medida en la que se delimitan los criterios artísticos como podemos asir la apuesta del festival por ciertas estéticas y su potencial relevancia para entablar un diálogo con la sociedad.
Respect
Para tratar con respeto al público se le debe proponer una programación que genere sentido. Programar artes escénicas es un ejercicio de sentido. Hoy en día está aceptado que hacer una exposición no es poner juntos muchos cuadros. Al hacer un festival debería articularse una programación a partir de conceptualizar una visión sobre las artes escénicas mismas.
Pasado
No podemos soslayar la experiencia de las iniciativas existentes, debemos trabajar con ese conocimiento: Transversales que, con apoyos raquíticos, ha traído a México trabajos muy importantes desde hace muchos años, Jaziel Neri en el Camp In, Francisco Barreiro, que lleva tres años haciendo una programación consistente de artes escénicas para el Festival de Documentales Ambulante en colaboración con el Museo del Chopo, Mariana Gándara, Gabriel Yépez y muchas otras personas como Luis Mario Moncada o Eleno Guzmán, que en el pasado programaron trabajos internacionales.
Formas
Conozco superficialmente la manera en la que fue producida la programación de el festival Escénicas 2019, pero lo suficiente para tener algunas opiniones e imaginar qué se puede mejorar.
Amistades
Respeto MUCHO a mis colegas que hicieron la programación del festival de este año y estoy convencido que hicieron el mejor festival posible bajo las condiciones dadas. Ahora bien, programar es un trabajo y se tiene que invertir en él. Se tienen que destinar tiempo y recursos para esta labor, que los programadores puedan ver buena parte de las obras que programan no es un lujo, es una condición para programar con seriedad.
Many one
La dirección artística de un festival puede ser individual o colectiva. Pero tenemos que ser rigurosos en pensar ¿cómo se escoge a ese colectivo o individuo? ¿Por cuántas ediciones? ¿Con cuánto tiempo de anticipación se comienza a trabajar la siguiente edición? ¿Cómo pretendemos que un colectivo que no se conoce del todo genere una visión artística? La visión colegiada o de consejo no va a construir por si sola una visión artística y la idea de que ese consejo sea rotativo cada año (como escuché que será) no me queda muy claro a donde apunta.
¿Qué ideas existen tras estas decisiones? ¿Cuál es la realización ideal de este planteamiento? ¿Cómo se pretende que el trabajo sea acumulativo?
Experiencia
Es difícil de imaginar un festival programado de manera colegiada que cada vez hace borrón y cuenta nueva. Porque esto imposibilita la creación de una visión artística y una construcción de afinidad con las espectadoras. Un festival acaba proponiendo ciertas poéticas que construyen a lo largo de los años, un marco estético, una identidad de programación que es lo que genera un vínculo con el público. ¿Cuál va a ser el hilo conductor de las distintas ediciones de festival?
Reloj
Hay que anticipar mucho, se necesita dar tiempo a las personas para articular una visión artística.
Ejemplos
Se han experimentado muchos modelos en los festivales: desde el famoso artista invitado del Avignon de Hortense Archaumbalt y Vincent Baudriller, hasta el convocar a un artista programador como en el Festival Malta en Ponzán, a la nueva dirección tripartita del Kunstenfestivaldesarts o la individual cada tres años del Theater der Welt. Hay muchas posibilidades, pero hay que apostar por una y planear de manera consistente para que la forma elegida articule una visión artística.
Chile y mole
Los festivales se pueden dividir en dos: los que coproducen trabajos y los que no. Los festivales que coproducen trabajos generan alianzas con artistas a mediano o largo plazo y por lo general estrenan obras, eso genera un interés en sí mismo de cara al exterior.
También existen los festivales que programan lo que otros festivales programaron ya. La relevancia artística de un festival pasa por lo que produce, estrena y/o por la manera en la que articula la presentación de los trabajos que muestra.
Tambor
Todo festival es también un encuentro de profesionales, y no hablo de invitar a personas todo pagado para que vacacionen aquí. Hablo de la manera en la que los festivales se convierten en puntos «naturales» de encuentro para los profesionales. Dado que el festival internacional más cercano está a muchos miles de kilómetros, hay todo un público/profesional potencial para el que el festival de la Ciudad de México sería un importante punto de referencia.
Genealogía
Las obras que realizamos están ligadas ineludiblemente a las creaciones que las precedieron y son leídas en relación a lo ya visto, adquieren sentido, en cierta medida, a partir de la puesta en relación con lo que sucedió antes, con cierto estado de cosas. Los festivales ayudan a que los creadores se ubiquen dentro de un mapa más amplío, contribuyen a que las artistas inventen su genealogía.
Información
Un festival ayuda a enriquecer el piso de referentes para la comunidad artística, lo cual tiene consecuencias directas en el desarrollo del teatro mismo, pero al mismo tiempo ayuda a que el público ensanche sus parámetros de lectura de una obra.
Escritor
«¿Qué era mi obra? ¿Existía o no pasaba de ser una ficción colonial, una de esas pobres realizaciones que la inmensa sandez del terruño endiosa a falta de algo mejor?»
Estas palabras de Roberto Arlt sobre su literatura resumen un sentimiento para el que el festival internacional de la Ciudad de México puede ser un antídoto.
Diferencias
La desidia histórica del teatro mexicano con respecto a lo que hay más allá de sus fronteras, ha hecho que la gente de teatro, por lo general, atribuya un valor estándar a una presentación mexicana en el exterior. Se habla de «presentar en Europa» o «fueron a Argentina». Sin diferenciar que la escena europea (por ejemplo) tiene infinidad de circuitos distintos y que un Fringe no tiene nada que ver con el festival de teatro de Ourense o con el Festwochen o el Kunstenfestivaldesarts. De la misma manera que las programaciones del teatro Silvia Pinal, el Juan Ruiz de Alarcón y La Capilla tienen poco que ver las unas con las otras. No basta con hacer un festival internacional, tenemos que definir qué festival queremos.
Consecuencias
Es imposible desligar al Festival Internacional de Buenos Aires de la salida al mundo de cierta generación(es): Tantanián, Veronese, Catani, Wehbi, Arias, León, Pensoti, etc. Lo mismo que Santiago a mil está estrechamente vinculado a la internacionalización de: Calderón, Layera, Infante etc.
Un festival de artes escénicas puede llegar a ser un verdadero impulso para internacionalizar las artes escénicas de nuestro país, que hoy en día viajan poco y viajan mal.
Centroamérica
El festival de la Ciudad de México también podría atraer de manera natural las teatralidades de Centroamérica, territorio históricamente escindido de nuestra esfera cultural; y así generar puentes que pudieran articular un intercambio en la región.
Publicidad
No puede haber un festival sin difusión. En la edición de este año la publicidad fue más bien escasa y creo firmemente que si se quiere convocar al público «no especializado» la inversión en publicidad tiene que ser mayor.
www
También me parece que no puede haber un festival sin página de internet, porque es la manera más fácil para entender un festival. Y porque es el lugar natural en el que las personas interesadas se acercan a un evento artístico complejo como es un festival de artes escénicas. Pienso que la creación del pdf de este año, que al parecer era la única fuente de información, no fue suficiente.
Infrestchtuctru
La Ciudad de México tiene muchos teatros. Aplaudo la decisión de programar el festival en lugares que no son la elección obvia: los faros, etc. Pero a mismo tiempo creo que limitar a los espacios del GDF no es la mejor opción. La idea es, me parece, que el festival poco a poco consiga hacerse un espacio en muchos teatros y que así se vaya expandiendo. La importancia del festival también se medirá en su capacidad de articular esfuerzos institucionales y compartir con diferentes «socios» y así ampliar su zona de influencia.
Presupuesto
Se dice que el gasto fue de más de 20 millones. No estamos frente a un problema de falta de recursos.
Cerveza
Creo que el festival se merece un centro del festival. Un espacio de encuentro donde se intercambie, donde la gente hable de manera informal, donde se pueda tomar una cerveza y los espectadores puedan formar parte del festival a otro nivel. (No estoy hablando de barra libre ni de ningún dispendio, simplemente un lugar donde la gente pueda encontrarse)
Whhhaaaaaattttt?
Hay que evitar a toda costa el ridículo de programar la obra de un organizador del festival como sucedió con la obra de Alejandro Flores Valencia. Programarla y encima de eso quitarle su nombre en la comunicación del festival, aporta un toque priista y cerril que no merecen ni la obra ni el festival.
Futuro
En fin, mi anhelo es que el proyecto tenga una larga vida y que cada año sea un festival que acumule experiencias y defina su postura. Un festival es un manifiesto sobre las artes escénicas y no creo que debamos aspirar a menos.
Lázaro Gabino Rodríguez
Posdata:
La pregunta de cuáles son las políticas de programación de un festival, se vuelven a poner de manifiesto cuando uno ve que el Cervantino programa el Hamlet de Ostermeier. ¿Bajo que criterio se llega a esa decisión? Una obra muy muy cara que cuando muchos la vimos en Latinoamérica (2011) ya no era nueva; y no es que la novedad sea un criterio de programación, pero si alguien se va a gastar 5, 8 ,9 o 10 millones de pesos en traer 2 funciones de un espectáculo la pregunta es ¿Por? ¿Con qué otros eventos del festival dialoga? ¿Cómo se arma una visita más completa de una obra tan cara? ¿Por qué hoy? ¿Cuál es la pertinencia de esa puesta en escena y no de alguna de las 40 que ha dirigido después Ostermeier? ¿Se acuerdan cuando trajeron a Castorf y Thalhaimer? ¿Es clara la diferencia? ¿Tú tan theatertreffen y yo tan theater der welt?
Creo que hay muchas cosas que discutir sobre qué y cómo programamos.
Y no pensar, apoyados en la baranda del puente, que el paisaje es prometedor.