Me prestaron una bicicleta para moverme en la ciudad. Una amiga de una amiga de una amiga. Era una bicicleta vieja, pero funcional y hasta bonita. La pasé a recoger al número 25 de la calle Bankastraat. Quedé de pasarla a devolver el sábado, era martes. Ese día salí de mi examen a las 19:00 hrs. Enfilé hacia el barrio de Zuidoost para cenar. Cené sopa y me tomé varias cervezas. Al salir pasé frente a un bar, entré. Me tomé varias cervezas más y cuando salí, un poco borracho, no encontré la bicicleta. Estaba seguro que la había amarrado en cierto lugar, pero empecé a dudar sobre cual era ese lugar. No la encontré. Tomé el metro y regresé al hostal, a mi nuevo cuarto.

A la mañana siguiente regresé a buscar la bicicleta, pero toda la manzana del bar había sido invadida por bicicletas. La busqué durante horas.

Nunca la volví a ver.