Narcocorridos de Molenbeek

En parte por contarle a Juan
en parte por asomarme
en parte por asomarme
pero más porque te extraño,
decidí pasar 24 horas en Molenbeek.
El barrio de Bruselas mundialmente conocido como el nido del yihadismo.
El lugar donde, nos repiten, se crían las serpientes que morderán la manzana.
El espacio de Bélgica que acumula más búsquedas en google.
La línea directa con los atentados en París.
La cantera donde entrenan las fuerzas básicas del islam radical.
Llegué de mañana y me instalé en casa de un amigo.
Salió de viaje así que me quedé en su departamento.
Solo.
Durante horas caminé a la deriva entre la kasterlindenstrat y el canal.
A las cuatro de la tarde me encontraría con mi Virgilio.
Él nació aquí y ha vivido toda su vida en este barrio
Amigo de amigos, conocido de conocidos.
Mientras llegaba la hora
Caminé y caminé. Tomé fotos. Pocas.
Caminé y caminé. Tomé fotos. Pocas.
La verdad es que no podía ver nada más que un barrio de inmigrantes.
Pero iba con la firme convicción de descubrir lo que se escondía detrás de esa fachada,
quería intuir las dinámicas secretas, las tensiones subterráneas.
Algo, lo que fuera.
Caminé más, bebí té de menta y seguí caminando.
Pasaron horas.
De un momento a otro un pájaro negro cruzó el cielo y
un miedo extraño se apoderó de mi.
Me puse mis audífonos y oyendo a Gerardo Ortiz
saqué el pecho y seguí avanzando.
A la hora indicada, frente a la iglesia apareció mi guía. Amable.
Nos saludamos y en un inglés complicado, me contó cosas del barrio.
La historia y de donde es que proviene su fama,
los puntos que han contribuido a la radicalización de algunas personas.
Cuando llegamos a la esquina de la Rue la Perle y l´Ecole
Me dijo: de aquí en adelante tu tendrás que seguir solo.
Se dio la media vuelta y desapareció.
Me quedé parado en la mitad de la calle.
Un viento helado sopló.
Intenté mover los pies y no pude
me volví una estatua,
me quedé paralizado.
Sigo ahí.
Rescátenme.
La gente se toma fotos conmigo,
unos me soban la cabeza,
otros la panza.
Me avientan monedas en los pies.
Ha sido decepcionante,
Después de varios días de inmovilidad
sólo he visto a siete terroristas,
pero, eso sí,
un montón de detalles sospechosos.