PONTE DE INFANTE

El Ponte do Infante fue inaugurado el 30 de marzo del 2003. Tiene 370 metros de longitud y une Oporto y la Vila Nova de Gaia por encima del río Duero a más de 70 metros de altura.

El puente no sólo ha servido para el tránsito de automóviles y peatones, sino que también se ha convertido en un espacio al que algunas personas han usado para cometer suicidio. No son transparentes los números, pero es un secreto a voces, la gente sabe que a veces pasan cosas ahí. 

Yo no sabía de esto hasta que André Monteiro, dueño de un bar que está en uno de los extremos del puente, junto al Miradouro das Fontainhas, me dijo que algunos suicidas pasan a su bar antes de saltar al vacío. Dice que él «siente» a esas personas que se sientan solas en las mesas de afuera y piden, normalmente, un café. «Es como si tuvieran un olor particular». Le pregunté si se podía intuir algo al verlos o solamente era una sensación. Me respondió que se miraban completamente normales, ni nerviosos ni agitados. Sacó su celular y abrió google maps y me dijo: mira él fue uno de ellos, le serví un cafe con azúcar:

 

 

 
 
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