Perder teorías
En Lyon hay un hombre que pide dinero por leer.
Se sienta en la calle, abre un libro y espera a que las personas le den una limosna que le permita continuar con su actividad.
No hace nada más que leer y esperar que la gente le de dinero.
Durante varios días lo miré con curiosidad creciente.
¿Quién era aquel hombre que pedía dinero por y/o para leer?
A pesar de mi incipiente francés, me acerqué a hablar con él:
– Monseniour est possible parler a vous?
Levantó la mirada del libro y me respondió algo que no entendí, pero que claramente significaba que no podía hablar, que estaba ocupado.
Esa misma noche le conté a un amigo, un poco chismoso, sobre aquel prodigio.
Le dije que quería hacer un video sobre ese hombre. Lo sentí escéptico.
Ayer amanecí con el siguiente correo:
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Señor Lázaro,
El mendigo lector no es real, es un actor. Es el personaje de mi siguiente novela, aun intitulada, pero en la que llevo ya varios años trabajando.
Le suplico que desista de su intención de realizar un video sobre él. Evíteme la molestia de proceder legalmente contra usted.
Saludos.
EVM
Lázaro G. Rodríguez