16 placas de acrilico. Varias dimensiones.

Me desconoció un amor. Me desconocieron mis amigos cuando intenté cambiar. Mi familia
cuando me cambié el nombre. Me desconoció el vecindario cuando mudé de rostro. Me desconoció el público cuando quise hacer otras cosas. Me desconoció el doctor aquella tarde. Me desconoció mi maestra cuando no hice lo que ella esperaba de mí. Me desconocieron en la universidad y en el templo. Me desconocieron mis colegas y supongo que hicieron lo que tocaba. Me desconocieron mis amigos de la adolescencia. Me desconoció la ley y el estado.
También el perro que me trató como a un ladrón. Me desconocieron los que me dieron consejos, mis detractores y mis promotores. Me desconocieron los que creyeron que iba a ser actor de cine y los que pensaron que iba a ser actor de teatro y los que imaginaron que iba a
ser director. Me desconocieron mis heroes y mis seres queridos por lo que escribí. Me desonocieron a quienes critiqué, además de los prietos y los blancos. Los antiguos compañeros de “la izquierda”. Me desconocieron cuando no seguí las reglas y cuanso me porté obediente. Me desoconocieron los que nunca tuvieron una idea propia ni valor para apostar fuerte. Me desconocieron los que pensaron que yo era valiente. Me desconoció mi madre y las mujeres que fantasearon que yo podía ser un buen amante. Me desconoció Dios o por lo menos me ignoró.Me desconocieron mis hermanos y mis primos. Me desconocí yo.
Me desconocí yo mismo tantas veces y es una de las pocas cosas que me siento orgulloso, orgulloso de verdad.