LAS MENTIRAS DE MIS MAESTROS

A el padre más bueno del mundo, el mío.



Hace unos días, la escritora Margo Glantz dictaba una conferencia en la UNAM sobre viajes y migración, a los 40 minutos, cuando hablaba sobre masacres, guerras y campos de exterminio en Vietnam y Colombia, fue interrumpida por manifestantes que condenan el genocidio que Israel comete contra la población en Gaza.
La escritora fue “escrachada” porque lleva muchos meses propagando mentiras, desde su cuenta de X, sobre los palestinos y justificando la violencia de la que han sido objeto. Para muestra va un botón (no comparto más ejemplos porque Glantz eliminó su cuenta):




OMG

 
Creo que no hace falta discutir mucho sobre la falsedad de la idea que promueve (y respalda con su retweet) ni de como esas opiniones pretenden legitimar la barbarie.

Después de que la noticia circuló, un grupo de intelectuales publicaron una carta de apoyo a la escritora condenando la protesta y calificando a quienes la realizaron de “fundamentalistas e intolerantes”. Muchxs de lxs abajofirmantes han sido cercanos a mi vida, con varixs tengo una deuda inmensa como lector, como artista y como persona. 

(https://x.com/CiroMurayamaMx/status/1910421660886589498)

La carta me entristeció. Me enojó. Me sonrojó. Me explico:
 

Pienso que ponen el foco en el lugar equivocado. No existe una correspondencia entre la gravedad de las violencias que están en juego: una cosa es interrumpir una conferencia de una persona que hace apología de un genocidio y otra el genocidio en sí. La asimetría entre ambas es de tal tamaño que centrarse en la primera y rehuir a abordar la segunda es deshonesto. Dicen, “los saboteadores de esa conferencia decían reivindicar la causa del pueblo palestino y condenaban la barbarie desatada en Gaza por el ejército de Israel. Tales causas pueden ser compartidas y sin duda son insoslayables. Pero no se les defiende con actitudes de intolerancia y fundamentalismo como las que expresaron esas personas”.
Escriben que el asunto de la protesta es insoslayable pero lo que hacen con su texto es justamente eso, soslayarlo. 

LOL

No asumo que apoyar a Margo Glantz sea igual a respaldar lo que hace Israel. Ni doy por hecho la postura de los abajo firmantes con respecto al genocidio. Pero ante la brutalidad de lo que está pasando, ante una situación tan extrema como la que se vive en Gaza, considero que es un error condenar una protesta de manera tan categórica eludiendo tomar una postura clara frente a lo que la originó.  El hecho de no entrar a esa conversación, vacía de sentido la defensa que pretenden realizar.

 
Sé de primera mano que muchxs de quienes firmaron la carta no visitan redes sociales y menos están al tanto de lo que dice Margo Glantz en ellas. Así que me parece que su reacción no está en relación a los dichos concretos de la escritora, por el simple hecho de que los desconocen, es una defensa en general.
Y el problema es que la protesta es puntual y va dirigida a alguien que compartió frases como: Israel no mata niños. Mata terroristas que usan niños como escudos humanos.
No siempre es fácil discernir entre las opiniones políticas legítimas y aquellas que son un discurso de odio. Pero a veces tampoco es tan complicado. Decir que los mexicanos son violadores es discurso de odio. Difundir que los palestinos son abusadores de niñxs es discurso de odio.

Antes de seguir adelante:

António Guterres, Secretario General de la ONU, ha calificado a Gaza como un «campo de exterminio», y ha insistido a Israel a que cumpla con el derecho internacional y permita el acceso de ayuda humanitaria. No sé si algunxs de lxs firmantes tengan otros datos o piensen que la prensa inventa para dañar la imagen de Israel. No sé si crean en los organismos internacionales o si estén interesadxs en matizar el lenguaje que usamos para describir “el campo de exterminio”, pero espero que podamos coincidir en lo siguiente:

Más de 50,000 personas han muerto en la Franja de Gaza desde el 7 de octubre de 2023.
15,000 niñxs han muerto en la Franja de Gaza desde el 7 de octubre de 2023.
136 ataques contra instalaciones médicas desde el 7 de octubre de 2023.
500 profesionales de la salud muertos desde el 7 de octubre de 2023.
211 periodistas han muerto en la Franja de Gaza desde el 7 de octubre de 2023.
82 trabajadores de la ONU han muerto en Gaza desde el 7 de octubre de 2023 .
Y hablando de universidades… todas las universidades de la Franja de Gaza han sido destruidas.

 

Esta es la realidad frente a la que se protesta. Mientras que la encendida defensa que realiza la carta evade el asunto y parece plantear, por omisión, una escala de valores que muchxs no compartimos. Creo que necesitamos regresar a ciertos principios básicos: Matar niños está mal. Asesinar periodistas está mal. Bombardear hospitales está mal. Matar cirujanos sistemáticamente está mal. No dejar entrar comida a un territorio está mal. Hay cosas que tenemos que condenar y hay otras que podemos discutir. Interrumpir conferencias también está mal, pero no siempre y no tanto. Las cosas en la balanza.

TBT 


Rolando Cordera se sumó a posteriori con un encendido texto (https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/04/13/opinion/firmeza-frente-a-las-intolerancias-con-margo-glantz-y-contra-la-miseria-intelectual-y-moral) que respalda la carta en apoyo de Glantz y añade: “ante la agresión incalificable de que fue víctima Margo Glantz”. Cordera escribe “Agresión incalificable” la misma semana en la que vimos el caso de Sara Millerey, la misma semana que vimos el video de los 15 paramédicos asesinados por el ejército de Israel. En el país del Rancho Izaguirre le parece incalificable una interrupción en una conferencia. Más adelante acusa a los manifestantes, a los que previamente calificó de farsantes de decir “improperios” y de ser “majaderos”.

En resumen nos dicen, con tono altivo, que hay maneras de protestar adecuadas y otras inadecuadas. Osea que sí puede que tengan razón pero que no son las formas y que no rayen las paredes y no digan groserías. Ah Ok. 

¿Es realmente malo protestar interrumpiendo una conferencia? ¿No hubiera sido bueno interrumpir TODO antes de permitir los genocidios del pasado? ¿La señora Glantz tiene algún tipo de responsabilidad o lxs académicxs pueden ir por ahí diciendo lo que se les antoje? ¿Las redes sociales no son parte de la realidad? ¿Las opiniones no son acciones? ¿Hacer apología de un campo de exterminio es una postura política aceptable?

La carta y la adenda de Cordera se abstraen del mundo y pasan por alto la manera en la que las protestas han sido criminalizadas: Berlín, París, Amsterdam, Jerusalem etc. La forma en la que las universidades: Columbia, Harvard, Tufts, Yale y muchas otras han fracasado en proteger el derecho a la libertad de expresión de sus estudiantes (que condenan el genocidio) y han permitido y alentado la detención y en algunos casos la deportación. Parece que quienes suscriben la carta no ven o no quieren ver la correlación de fuerzas que opera en las protestas contra el genocidio. Al usar en su carta los calificativos “intolerancia y fundamentalismo” se alinean con quienes han instrumentalizado los argumentos antisemitas para ejercer control y represión.

TGIF

El texto construye una víctima donde no la hay. Y otra vez el fantasma de la cancelación: Glantz está en una posición de poder, es una mujer con importante capital económico, social, académico, político y cultural. Y se ha dedicado durante mucho tiempo, no solo a la academia, sino también, de manera recurrente, a difundir discursos de odio contra lxs palestinxs (y otras comunidades vulnerables), información falsa que contribuye a crear un clima que justifica los ataques contra una población que está siendo masacrada. Y si alguien asume o no se da cuenta que su postura política implica la erradicación de un pueblo… tal vez no está mal que sea interrumpida.

En el fondo pienso que a lxs abajo firmantes no les importa Margo Glantz. Porque si les importara, la habrían aconsejado para que dejara de compartir noticias falsas. Si les importara, hubieran dialogado con ella en su extravío apologista del genocidio, si les importara estarían con ella más allá del desplegado. Pero no fue así y no será.
Lo que parece es que su interés está en otro lado, en mantener un estado de cosas, en que cierta gente pueda decir lo que quiera sin enfrentar consecuencias. En que nunca nadie se atreva a interrumpirles.

IMO


La carta condena energicamente la protesta y soslaya el genocidio. Invierte la correlación de fuerzas y pretende equiparar violencias que no tienen parangón. Los abajo firmantes renuncian a una tradición en la que los intelectuales se solidarizan con quienes sufren. Y si el papel del intelectual es proponer una mirada sobre nuestro tiempo, han decidido poner la conversación en torno a Glantz y no al exterminio de un pueblo. Con su carta han decidido obviar lo importante y pedir respeto a las formas. Han puesto la mirada lejos del horror actual. Y eso, cuando lo hace gente a la que quieres, estimas y respetas, es triste. ¿Cómo era aquel poema en el que los antiguos compañeros se reunían?



Lázaro G. Rodríguez

 

 

 

 

 

 



Pd. Este texto se compone de ideas que hablé con o leí de Marina Azahua, Luisa Pardo, Siobhan Guerrero, Irene García, David Gaitán y otrxs más.

 

 

 

 

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