No te prometimos nada

Respondo a  título personal las apreciaciones que has hecho sobre el trabajo de Luna avante no para cambiar tu opinión. Replico cruzando el puente que tú tendiste para que las palabras que intercambiemos en medio, ayuden a que nuestro trabajo se perfeccione. ¿Es esa tú intención? ¿Sumar perspectivas? Ojalá sea así.

La Luna avante  ha desarrollado un trabajo coherente sobre el trabajo del actor. Sin embargo esa coherencia  no debe leerse de forma literal. Está un poco escondida  y a veces se ha ablandado. Se nos han torcido los tobillos. La culpa la tienen los clásicos. Una de las constantes en los sistemas de creación del grupo ha sido la vieja fórmula del: ¿qué queremos decir?………. ¿Para qué queremos decir eso?,…………. ¿Cómo le hacemos ahora para decirlo? Esta, nos ha obligado siempre, a explorar diversidades formales y convenciones más nuevas o más viejas, más ríspidas o más suaves, más complejas o más naif. No nos avergüenza eso. Sé que esta metodología no propicia una escalada lineal para el grupo, porque no hay  manera de identificar la marca que asciende. En otras palabras, creo que hemos crecido mucho a lo ancho y no tanto a lo largo.  La coherencia por la que te preguntas, no se verá entonces cristalina y evidente en la consecución formal o convencional de cada espectáculo, sino en los fundamentos esenciales. El teatro es una herramienta  para reconocer al hombre, para cuestionarlo a veces o para decir algo completamente nuevo de él  otras. Sacudirlo y generar espacios  abiertos de resistencia activa que se enfrenten a la realidad. Abrazar al espectador y generar espacios cerrados que se resisten a la realidad por oposición. Crear puentes, o crear pequeños paraísos de dos horas que sin evadir la realidad cruda de nuestro país, la contrasten por tener otra lógica o por presentar otra opción de vida. Cada uno de estos puntos es capaz de liberar un poco al hombre por caminos muy distintos. Todos luchan por la libertad desde una trinchera distinta. La libertad es un concepto complejo. ¿La libertad de qué? ¿De la psique?, ¿De un grupo social?, ¿Del mundo racional?  ¿Del mundo emocional? ¿De la economía mundial? ¿Del mundo? El diapasón es infinito. Obviamente ningún grupo puede jugar en todas las trincheras. Creo que Luna avante, quizá por estar conformada por actores, ha ofrecido en su trabajo conocimiento sobre la psique y las relaciones interpersonales. Se ha ido para adentro. Creo que el político y el sociólogo sirven al mundo, tanto como el científico o como el psicólogo. El hombre es multinivel. Entonces el teatro también lo es.  Tu crítica nos provoca a seguir reflexionado, para enriquecer  los niveles menos explorados de lo humano  en nuestro trabajo. ¿Haber trabajado tanto en ese otro nivel nos convierte en esencialistas ingenuos? No lo sé,  pero sí sé que esto dibuja una constante y una coherencia. Una apuesta tan agresiva y válida como otras.

 Acepto que el sometimiento a la diversidad formal como grupo o como actores individuales,  ha generado  crisis de sentido en el colectivo, hacia afuera y hacia adentro, pero no se han perdido los fundamentos. Nuestro tobillo ha estado entablillado a veces.

Entrando en contradicción contigo, te diré que estoy seguro de que tanto  “Esto no es Romeo y Julieta”  como “            Edipo (complejamente)” son una recuperación de un timón astillado, pero que hoy, dirige el barco. Aunque no vayamos en el mismo. ¿O sí? Ambas puestas  aglutinan viejas y nuevas preocupaciones de las mareas actorales. Desde mi punto de vista ambas puestas son pertinentes en el teatro contemporáneo. Esto puedo decirlo no solo por la entrañable comunicación dada a través de las funciones con el espectador, si no por qué reconozco con qué dialogamos.  Ambas se comunican a su manera con teatristas del siglo 20 y 21. En su nivel.

No hablaré más de la obra de Howard, pues no la viste y no la comentas en tu texto.

1 Esto no es Romeo y Julieta.

El problema de las preguntas que haces es que las respuestas siempre son más largas. Intentaré no exagerar pero al fin, el objetivo es reflexionar.  Empiezo con “Esto no es Romeo y Julieta”, porque en tu texto se dibuja una especie de cronológica  desorientación total  en Luna avante, que culmina con esta obra, la cual no te parece interesante. No estoy de acuerdo, pero  entiendo porque no te lo parece.  Voy en orden.

La convención abierta de “Esto no es Romeo y Julieta” es nueva para Luna avante y “abierta” relativamente, porque  asignamos al espectador el papel de espectador ficticio, que además funciona como un espectador casi convencional, pero ficticio. ¡Seguimos adentro todos! por más referencias al exterior que haya. Obviamente esto es irónico y no creímos necesaria una semianticadencia en el tono para evidenciar un juego y un guiño. Esto es una respuesta contemporánea a una preocupación que sigue dando vueltas por el mundo y se expresa en varios montajes.  Aún considero pertinentes discusiones sobre la des-automatización del objeto real al someterse a un sistema ficticio. ¿Cuál es el mínimo umbral de ficción en ese proceso de percepción? ¿Qué respuesta damos a nuestra inquietud ante el biodrama de Tellas y otras experiencias europeas semejantes? ¿Qué logra el performance al respecto y dónde se besa con el teatro?  Nos hemos apasionado y trabajado con rigor el tema. Posiblemente tengas razón en que no tenemos  el nivel de dirección para cristalizar esta discusión para todos. Sin embargo son muchos los guiños en el texto mismo para jugar bromeando con la paradójica idea de la representación de una presentación.  Múltiples son los guiños, textuales también, para no tomarse con demasiada  seriedad  la línea que difumina lo ensayado y lo “improvisado”. No buscamos difuminar. Buscamos en cambio, evidenciar la condición de representación “viva” y conectada a la realidad solo por semejanza con la misma. Exploramos  procesos nerviosos en el actor, que sustenten su condición de entidad- significante muy parecida al significado. No deja de ser un “personaje”. Esto sucede afuera del círculo de gis. Adentro hay una lógica con poquita imaginación por la condición “en el sitio”, pero no sé si poca poesía, como dices. Más bien experimentamos con un umbral muy suave de lo poético. Quizá tengas razón.

 Afuera del círculo jugamos con un umbral mínimo de lo poético usando procesos de pensamiento y de palabra muy realistas. En esa sutil diferencia tonal está un guiño, también sutil. Por otro lado te diré que lo único que sabemos y no decimos al espectador literalmente es que cada escena es una analogía de Romeo y Julieta. Para los espectadores muy familiarizados con la obra original, que no han sido pocos, es obvio, pero para nosotros es solo un pretexto de estructura más o menos secuencial llena de cortes reflexivos.  En cuanto al flujo de información- que dices es pobre- creo que tienes razón, pero no porque la obra tenga hermetismos, sino porque en cuanto a información anecdótica hay poco que descubrir en este caso. Entonces los juegos  adentro del círculo quizá no te parezcan atractivos, si no te revelan algo que te impacte a nivel actoral. Quizá también consideres que ese  “realismo” sea un poco blando y aburrido frente a las tendencias excéntricas y potentísimas en muchos actores del teatro actual. Las admiramos, pero no creo que  la vía tonal que en  “Esto no es Romeo y Julieta” se explora, esté muerta. Y si bien esta preocupación se ha superado dándole la vuelta por la izquierda maravillosamente como Rimini Protokoll, no quiere decir que el actor está fuera de la jugada.  Atendiendo otro punto que comentas de la puesta. Lo que se dice es lo que es. No hay hermetismos como en Cero p.m. ¿Aburrido? Sí, desde un punto de vista sí. Pero hemos logrado “La Reunión” y la comunión gracias a esto en varias funciones. No lo veo como poca cosa. Más bien me alegra porque eso era parte del  objetivo.

También, como sucede con cualquier personaje, existen cajitas negras de incógnitas que puedes gozar de abrir o no.  La obra no es en rigor pos-dramática (ya sé que no dices eso). Adentro del círculo jugamos con puro  A y B de adaptaciones shakespearianas sencillitas aunque los roles salten sin cesar de cuerpo a cuerpo. A lo mejor por eso te parece que no tiene “gracia”. En cuanto a la discontinuidad tanto anecdótica como emocional en los jugadores-actores-personajes, que voluntariamente no alcanza grandes intensidades trágicas, lo que quisimos es reflejar la sensación de Bataille. Hombres y mujeres discontinuos que buscan ser continuos y que difícilmente lo logran. Me haces preguntarme honestamente  si un orgasmo metafórico o solo rítmico en escena, te  hubiera salvado del  aburrimiento. Pero queríamos otra cosa. Insistir contemporáneamente en “La Reunión”, el “en el sitio” y que los “personajes” terminaran “confundidos”. Era necesario lo que hicimos.  

  Admiro en la medida de lo que entiendo -que seguro es poco- las investigaciones de sistemas de relación en los trabajos  que mencionas y entiendo tu link. Altos vuelos sin duda. Pero trabajamos   más bien con teorías biológicas de sistemas de circuito cerrado en células vivas, y busqué hacer un espejo sin hablar de ello en la obra. No es tema, es estructura. Que toda reacción presente en ese espacio- tiempo dependa y funcione sistémicamente en relación a la otra desde lo intelectual para pasar a un nivel emocional. Se ha logrado varias veces.  La relación semejante entre los procesos del enamoramiento y los de la ficción son el tema. No el enamoramiento por sí mismo. Dos líneas que avanzan juntas en la obra. Solo esa relación constante con la ficción es lo que a los actores les permite tocar a veces el mínimo umbral de ficción experimentado en el biodrama. Es muy importante decir que el primer texto no es “Vamos a enamorarnos” sino “Vamos a jugar a enamorarnos” y que sigue con “Dos amantes se van a intentar encontrar” y no “Dos amantes se van a encontrar” Esto abre un espacio de significación distinto para cada función. También es un homenaje juguetón a las teorías de actuación de nuestro maestro Héctor Mendoza.   Vuelvo a decir que escribo para sumar perspectivas y profundizar el análisis más que para cambiar lo que piensas. Luego nos dirás más cosas para seguir el diálogo.

2-Camino

En esta ficción cerrada con personajes tradicionalmente construidos, la apuesta era tomar lo que consideramos esencial en el comportamiento de un grupo sin adentrarnos a la representación o documentación explicita del mismo. Pensábamos que actuado por nosotros, cualquier literalidad sería kitsch. Es evidente en varias obras que lo intentan. Pasamos por la idea de poner más en juego, todo el trabajo de documentación que habíamos realizado. Era una buena forma de ponernos de moda. Sin embargo nos ganó el germen de la modernidad y creímos que era mejor pintar la musculatura solo con la esencia. Modernos residuos al fin, sigo creyendo que fue  una decisión acertada de parte de Cecilia. En cuanto a la relación con el espectador, se logró una fluctuación interesante entre lo introvertido y lo extrovertido semánticamente hablando. Igual hay mucha responsabilidad de la actuación y fragilidades estructurales a corregir.  Este fin de año todavía daremos funciones de Camino en un par de festivales y estamos revisando esos puntos. Pienso que Cecilia puede hablar más de esto, con una elocuencia que yo admiro por ser más del cerebro derecho.    

3 – Cero p.m.

La línea de actuación de Cero p.m. así como los temas, son  “semejantes”  a  Esto no es Romeo y Julieta, pero fueron abordados desde líneas  y convenciones 100% distintas. Existe una línea de coherencia entre lo que habíamos logrado ahí, en cuanto a procesos del tejido racional y nervioso del actor, y lo que trabajamos con Shakespeare. Un “naturalismo”, completamente cerrado para que el espectador se asomara por el rabillo de la cerradura sin cortes de temporalidad. Queríamos demostrar que “la realidad”, sumando una historia un poco excéntrica en los personajes, era realmente surreal, hermética, incomprensible casi. Totalmente de acuerdo en que faltó una idea astuta del director para que esto fuera claro. Hoy con dolor entiendo que expresar lo que queríamos no hubiera sido tan difícil si hubiéramos cambiado la configuración espacial. Por ejemplo, todos –espectadores y actores- metidos en una gran caja de tráiler en medio de la nada, sin frontalidad alguna en la direccionalidad del signo. O bien, un montaje  más corto,  con la acción emplazada en  campo abierto y a la luz del día super- alejado del espectador, radicalizando así una postura o la otra. Nos hubiéramos alejado, pero hubiera sido claro que eso queríamos, dándose entonces el efecto contrario. “Si no me invitas bien a la fiesta, mejor no me invites a la fiesta” Nos quedamos a medias. Tenemos que reconocer que la ignorancia avanzó en el maratón. Pero como dices- debimos reaccionar y probar nuevas formas en nuevas funciones. Aquí se hizo presente otra debilidad del grupo que ahora se va fortaleciendo gracias a Isis García. Gestión, difusión, posproducción y huevos.

4-La boca………………………….mmmmmmmmmmmm!

Escribes cronológicamente, poniendo Cero p.m. después de La boca. Sus estrenos fueron en tiempos distintos, pero solo nos permitimos tener la experiencia de ser dirigidos desde afuera, gracias a que estábamos investigando sobre Cero p.m. Esto nos daba dos experimentos a la vez. El primero muy cercano a los fundamentos del grupo y el segundo muy lejano a la naturaleza esencial de anti-verticalidad en los procesos de creación. Ser dirigidos como grupo y no como individuos en otras puestas mexicanas, nos ponía en el riesgo de descubrir que tan posible era desplegar un mundo del actor, lleno de discursos e interioridades, en el marco que deja el director siendo un grupo. Así fue la prueba. Descubrimos cosas con respecto a qué tan sano sería que el grupo siguiera esta línea política. Nuestra naturaleza de actores nos hizo dóciles o dúctiles. ¿Nuestra rebeldía donde estaba? En contraste al mismo tiempo trabajábamos Cero p.m. No creímos que el teatro valiera solo por ser teatro, pero sí que podíamos darle relieve a los niveles de profundidad de una obra. ¿Relativizar? ¿Tiempo innecesario? Claramente piensas que sí. Buscar un crecimiento actoral por cualquier vía no es tema a relativizar. Es complejo igual. No rompamos el diálogo al respecto.

5-Zootanos     

Actoralmente pisábamos otros terrenos. La dramaturgia al igual que en Cero p.m. no estaba armada con los efectos tradicionales de identificación que pueden garantizar un éxito de taquilla o de opinión pública, pero tampoco tenía la potencia suficiente para evidenciar el contrapunto a nivel social generalizado. Estaba muy ligada a Orestes pero tejía un puente con la literatura contemporánea de ese momento.  J.M. Coetzee en concreto. Nos jugaba fuerte la oleada de recuperarse de una experiencia más o menos exitosa  porque estábamos estirando la liga hacia otro lado y ya no éramos los recién salidos de la ENAT.  Zootanos  prometía quizá, catapultar al actor más adelante, hacia un trabajo menos barroco en el cuerpo y la palabra. Menos desperdigado y aparentemente sucio como el que hoy utilizamos. Nos catapultaba de forma natural en próximos montajes hacia las potencialidades energéticas de una tendencia agresiva e interesante, frontal y sintética. Por cierto muy presente hoy en varios montajes  y  con peligro o fortuna de volverse  hegemónica y global. Alemania manda. (Deutsches theater o Schaubuhne) Sé que generalizo. La cantidad de artistas implicados es vasta pero abrámonos a discutir si sí o no existe una tendencia  cultural, que permite unir actoralmente varias obras de distintos directores en los conjuntos mencionados. También altos vuelos de difícil alcance. También hablemos sobre las tendencias mexicanas. Hablemos de ello con detalles técnicos. Sé que podrás ilustrarnos en ese asunto. Ya lo has hecho otras veces en las cervezas.  A veces siento que tus críticas empujan al teatro mexicano y no solo a nosotros a esos altos vuelos y que ponen de relieve cierta mediocridad. ¿Es cierto?

En fin, después de Zootanos no seguimos esa línea literalmente. Viramos a otros lares que necesitábamos investigar más o menos conscientes del viraje. Falta tiempo para llegar a LA POTENCIA. Asociábamos la actuación cercana a la “realidad”, no solo con la posibilidad de redescubrir   aspectos psicológicos que nos interesaban sino con una respuesta a muchas in-organicidades actorales dentro de nuestro teatro. Creíamos poder entregar un poco al respecto.

6-El Mercader de Venecia.

Entrañable ingenuidad o inteligencia juvenil con un texto poderoso que  sostenía nuestro trabajo. Shakespeare siempre puede. Parece que no aprendimos la fórmula. Muchos nos regañan por eso.

Mi intención es dibujarte un camino que desde mi punto de vista, sí ha sido coherente. Decirte que no creo necesarios los homenajes literales a otras obras del mundo, para dialogar en el fondo con ellas. Tampoco estoy en contra de que se haga tanto. Lo disfruto. En el trabajo de las Lagartijas me ha parecido pertinente. Depende siempre de cada obra. En este texto se pueden encontrar los tropiezos, pero también  las ligaduras de sentido, aun habiendo tocado convenciones diversas.  Las brechas a acortar y los huecos son claros y evidentes. Son grandes. ¿Hacia dónde vamos? A lo mejor viramos de nuevo y jugamos con algo totalmente distinto. ¿Hace falta invitar a directores y dramaturgos que admiramos? Quizá sí. ¿No hacerlo? También. ¿Producir más rápido? ¿Producir más lento? Vendrán las respuestas pero hay fundamentos fijos. Este fin de año es crucial y estamos reflexionando mucho. Tú crítica se suma a esa reflexión maravillosamente.  Desacreditar en general el trabajo de un grupo no creo que sea lo más profundo. No digo que hagas eso.  Sumar perspectivas sí. Ver el nivel en el cada quien ha trabajado por nuestro teatro. Las obras de ahora se están comunicando bien con el afuera y tienen distintas presentaciones para 2012 y 2013. En todo caso celebro el inicio de un diálogo que nos haga crecer. Ya lo está haciendo. Cierta horizontalidad en el mismo nos ayudará. Juntarnos a trabajar intelectualmente. Encontrar espacios para entrenar juntos. Armar una red real. Encontrar el justo medio entre nuestros gustos personales y ayudar al otro a que siga su vía. No obligar al otro a que se cuadre en LA VIA.  Hacer crítica y generar confianza. Con toda mi admiración hacia ti y el trabajo de Las Lagartijas ¿Todavía son tiradas al sol? Gracias.

Bernardo Gamboa. México 2012. Integrante activo del grupo de teatro Luna avante.

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